martes, 8 de diciembre de 2009

DESDE EL PUENTE...

Sentado en el puente que no yo no tengo, he recordado que tengo un blog y que hace días que no lo actualizo... ¿Días? Sin darme cuenta me ha pasado casi un mes sin actualizar... No es que me sorprenda, dado el mesecito que he tenido; pero si espero que alguien lea esto más me vale ponerme las pilas.

En muchos momentos a lo largo de estos días he pensado que tal o cual notícia/suceso/anécdota eran carne de blog y que luego en casa haría la entradita correspondiente. Pero varias cosas me han retenido. En primer lugar que la mayor parte son de música y no querría que este blog fuera un blog de mis filias musicales. La entrada de Mecano estaba más que justificada dado que son el namber guán de mi lista, pero seguir por ese camino habría sido facilón y un poco suicida dado que existen muchos blogs del estilo los cuales me influyen a mi y por lo tanto, al final me habría repetido. Y la verdad, para no aportar, me callo.

La otra gran traba estos días ha sido mi gestión del tiempo. Soy demasiado ambicioso. Quiero hacer demasiado, cargo la agenda con más de lo humanamente posible y alienigenamente imaginable. Lo sé, pero no lo sé evitar. Si no organizo miles de cosas, me da la sensación de que pierdo el tiempo. Y luego es peor porque el tiempo que pierdo lamentándome de no haber logrado cumplir lo planeado (algo imposible de antemano) tampoco es despreciable. Pues bien, en mi task list de estos días el blogeo iba cayendo de un día para el siguiente, para el otro, para el siguiente... Hasta hoy, que he decidido hacer de este hecho el tema de la entrada. Creo sinceramente que hacerse muchos planes. Como dice C, la forma de conseguir hacer 10 cosas es intentar hacer 20, si sólo intentas 10 harás bastantes menos. Pero también hay que dosificar las exigencias ya que todo tiene un límite. Si además tienes tendencia a centrarte en las 10 cosas que no has logrado hacer, la tragedia está servida. Me pasa des de los tiempos del instituto. Recuerdo a mi amiga Ana echándome la bronca por quejarme de que no tenía tiempo para estudiar mientras organizaba no se qué, todo en la misma frase. El tiempo lo cambia todo, o eso dicen. Con suerte, no tardaré mucho ya en madurar lo suficiente como para hacer sólo lo que realmente quiero. Claro, que pensar en lo que realmente se quiere también tiene tela... Yo por lo pronto he tardado casi un mes en saber qué decir en este blog. Mejor voy comprando una agenda más gruesa, para que no se quede nada fuera...

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