jueves, 31 de diciembre de 2009

Y VOLVEMOS A EMPEZAR...

Pues sí, un año más el 31 de diciembre ha llegado. El mes de diciembre siempre tiene algo de fulminante para mi. Pasa volando entre el puente y las fiestas, y además me planta frente a mi dosis anual de envejecimiento y el cambio de año. Con todo esto, me resulta difícil no sentirme arrastrado por el tiempo, que en estos días pasa de forma rara, y tampoco puedo evitar por una cosa o por otra acabar haciendo balance. Este año, pese a que hoy no lo siento así, ha sido un buen año. En la parte positiva el Euribor ha bajado por primera vez desde que compré la República Independiente de mi casa y hemos ido a Madrid (algo pendiente desde hace mucho) para cantarle una canción de PARCHIS a un amiguito muy especial (siento que el plan para hoy no llegara a ser). Además, acabo el año conociéndome un poco mejor, sabiendo que, en el fondo, puedo hacer lo que quiera y que la cuestión es luchar por ello. Y gran parte de ello se lo debo a C. En la parte negativa supongo que está mi tesis, que se me está indigestando. No sé muy bien cómo habré de resolverlo, pero este año las cosas han de moverse, por huevos! Intento mantener la calma y no hacer planes muy a largo plazo, pero como me conozco un poco mejor sé que en el fondo no lo podré evitar... Pero todo lo malo tiene un cariz bueno y en este caso creo que si algo me está obligando a aprender es a gestionar mi relación con las personas, que parece fácil pero mamma mia... Por lo demás el año ha tenido lo que todos: amistades que se afianzan, otras que se debilitan, risas, fotos para no olvidar y muchos buenos momentos que a veces me empeño en que pesen menos que los malos.

Después del balance se piden cosas, ¿no? Bueno, yo en primer lugar pido que la 6ª temporada de LOST no tarde demasiado y que, por favor, no incluya más dimensiones espacio-temporales. ¡Necesito respuestas! Además, espero que este blog llegue a ser leído por alguien más, aunque la falta de público anima a un tímido como yo a escribir. En un plano más serio, sólo espero ser capaz de darle una pizca más de tiempo a las cosas verdaderamente importantes, o al menos a las que verdaderamente me importan...

¡FELIZ AÑO!


miércoles, 30 de diciembre de 2009

LAS WALPURGIS Y LAS MUSAS


El lunes Fangoria puso punto y final a su absoluta gira en el Palau de la Música Catalana de Barcelona. El espectáculo de ver a semejante grupo en semejante escenario no se podía dejar pasar. Así que allí estuvimos C&D a las 21 horas ataviados para que se viera que nosotros también podemos ser unos modernos en toda regla. El espectáculo estuvo muy bien. A ver, muy bien si no esperabas que Alaska te aplastara contra la butaca con su voz o que la puesta en escena fuera de nivel. Todo lo contrario, una performance bastante kitsch con los gemelos asexuados y las sillas del Alcampo que muchos tenemos en casa; la voz propia de Alaska con Spunky perfectamente ensamblado por detrás para darle cuerpo y fuerza, la travesti guitarrera que pasaba por allí y un Nacho Canut elegantísimo y autistísimo, emulando a Chris Lowe. Y pese a lo que pueda parecer nos encantó. Tenían mucho en contra: todo el público sentado, que parece que no pero afecta al ambiente; un escenario muy diferente al que ellos suelen hacer y una heterogeneidad entre el público bastante superior a lo que se suele ver en sus conciertos. Y lo resolvieron muy bien. No solo nos lograron levantar a todos y convertir el Palau en una especie de discoteca estilo art-decô de tres pisos sino que además se reafirmaron haciendolo a base de "Absolutamente". El disco sonó prácticamente entero (e incluso el soporífero "Con los Ángeles" resultó interesante) aunque también es cierto que la mayoría de apoteosis, que hubo varias, llegaron con éxitos anteriores como Criticar por criticar, La mano en el fuego y No sé qué me das.

Dejando de lado la valoración del concierto, creo que tienen mucho mérito y mucho de lo que estar orgullosos. Como personajes me parecen muy interesantes y me han acercado a cantidad de cosas, pero me tira para atrás su acercamiento al sector más derechista de lo audiovisual y su actitud un poco postalera. Quizá me faltan años para entender que se pueda ser un punk aburguesado y continuar siendo punk... pero como artistas me parecen muy honestos. Que entre los bustos de Bach y Clavé aparezca una corista bailando bugaloo y luego te salga una Alaska vestida con un modelito de charol, unos zapatazos, unos andares patosos cante a las walpurgis ante la mirada de las musas y agradezca la posibilidad de tocar en "este escenario modernista, a nosotros que no sé muy bien qué somos... retro-futuristas quizá" me parece un momentazo que solo puede ocurrir si te lo crees de veras. Que luego insistan en sus últimos trabajos aún sabiendo que lo fácil sería tirar de grandes éxitos creo que también se les ha de reconocer.

Como guinda, además tocaron por primera y última vez, según dijeron "En el volcán" de Carlos Berlanga, que habían grabado la semana anterior. Por una vez, además nos dieron a los de Barcelona un pequeño plus, porque todo lo especial lo hacen siempre en Madrid... Vamos, que me convencieron absolutamente.





jueves, 17 de diciembre de 2009

BUFANDAS


¡Mi madre! Vaya frío que se ha puesto a hacer de pronto. Ayer casi se me caen los dedos de las manos del airazo y el ¿fríazo? que hacía. Por estas tierras ya estamos acostumbrados a que el Mediterraneo vaya aguantandonos la temperatura durante el otoño y un día de repente diga "Ahí os quedáis!" y empieze, de sopetón, el invierno. Pero este año se lleva la palma. Qué frío! Y que de repente... Estos días me estoy dedicando a observar cómo nos adaptamos a estos cambios los seres humanos. Pasar de un ambiente final de verano a uno de pleno invierno en poco menos de una semana puede dar lugar a imagenes de lo más divertido por la calle. Normalmente durante el otoño pasamos por la etapa circo de tres pistas: puedes ver de todo y todo a la vez. Sandalias, abrigos, medias mangas, tejanos, shorts, lana, botines, bikinis, bermudas y todo lo que se pueda imaginar. Luego la cosa va convergiendo hacia una linea común y así pasamos la estación hasta el nuevo cambio (o circo) de temporada. El caso es que con estos días que han llegado la gente se ha tirado a por las prendas más abrigosas del armario. Y claor, ya están en la calle mis queridas amigas LAS BUFANDAS. Me encantan las bufandas. Me parece una prenda muy divertida. No tiene forma de ropa, es como un trozo de algo que no ha acabado de confeccionarse pero que sirve para casi todo. Pega con cualquier estilo, las hay de mil materiales. Yo con una bufanda que me abrigue el cuello ya ando calentito, no necesito mucho más.
Supongo que es esa admiración por la prenda la que ha hecho que note algo al respecto de la bufandas: lo mal que las lleva la gente. A ver, aunque sea un poco extravagante como prenda, la bufanda es una prenda. Por lo tanto hay que ponérsela. Y ponérsela no es tirársela por encima, enrollársela o directamente envolverse para regalo. Hoy en el autobús y el metro he ido haciendo recuento y la conclusión es clara: Horror total.
Por un lado están las modernas que se compran chales y los usan de bufanda. Como no son la misma cosa, lo que esta diseñado para cubrir la espalda resulta un poco aparatoso para un delicado cuello de moderna y el resultado es una ensaimada textil. Esto también es aplicable a las bufandas largas. A ver, si es larga, dejala que cuelgue, no te hagas un capullo con ella. Otros llevan una bufandita corta y se quieren dar tres vueltas con ellas, con lo cual queda de run raquitico que ni te cuento. Los hay que optan por bufandas estándar, pero tampoco aciertan a ponérselas. Hay quien parece que haya dejado el suicidio para más tarde y se vaya a trabajar con la soga al cuello. ¿Cómo lo han logrado? pienso a veces. Porque llevarla taaaan mal puede ser incluso más difícil que llevarla bien. No quiero decir con esto que nadie sepa llevarlas, no. Hay muchas personas que lo hacen, pero cuando pillo a una que no es que lo flipo! Yo, por si hay alguno como yo en el bus de mañana voy a ir a practicar como me pongo la de mañana...

martes, 8 de diciembre de 2009

DESDE EL PUENTE...

Sentado en el puente que no yo no tengo, he recordado que tengo un blog y que hace días que no lo actualizo... ¿Días? Sin darme cuenta me ha pasado casi un mes sin actualizar... No es que me sorprenda, dado el mesecito que he tenido; pero si espero que alguien lea esto más me vale ponerme las pilas.

En muchos momentos a lo largo de estos días he pensado que tal o cual notícia/suceso/anécdota eran carne de blog y que luego en casa haría la entradita correspondiente. Pero varias cosas me han retenido. En primer lugar que la mayor parte son de música y no querría que este blog fuera un blog de mis filias musicales. La entrada de Mecano estaba más que justificada dado que son el namber guán de mi lista, pero seguir por ese camino habría sido facilón y un poco suicida dado que existen muchos blogs del estilo los cuales me influyen a mi y por lo tanto, al final me habría repetido. Y la verdad, para no aportar, me callo.

La otra gran traba estos días ha sido mi gestión del tiempo. Soy demasiado ambicioso. Quiero hacer demasiado, cargo la agenda con más de lo humanamente posible y alienigenamente imaginable. Lo sé, pero no lo sé evitar. Si no organizo miles de cosas, me da la sensación de que pierdo el tiempo. Y luego es peor porque el tiempo que pierdo lamentándome de no haber logrado cumplir lo planeado (algo imposible de antemano) tampoco es despreciable. Pues bien, en mi task list de estos días el blogeo iba cayendo de un día para el siguiente, para el otro, para el siguiente... Hasta hoy, que he decidido hacer de este hecho el tema de la entrada. Creo sinceramente que hacerse muchos planes. Como dice C, la forma de conseguir hacer 10 cosas es intentar hacer 20, si sólo intentas 10 harás bastantes menos. Pero también hay que dosificar las exigencias ya que todo tiene un límite. Si además tienes tendencia a centrarte en las 10 cosas que no has logrado hacer, la tragedia está servida. Me pasa des de los tiempos del instituto. Recuerdo a mi amiga Ana echándome la bronca por quejarme de que no tenía tiempo para estudiar mientras organizaba no se qué, todo en la misma frase. El tiempo lo cambia todo, o eso dicen. Con suerte, no tardaré mucho ya en madurar lo suficiente como para hacer sólo lo que realmente quiero. Claro, que pensar en lo que realmente se quiere también tiene tela... Yo por lo pronto he tardado casi un mes en saber qué decir en este blog. Mejor voy comprando una agenda más gruesa, para que no se quede nada fuera...