Estos días ando algo agitado; nervioso. No es que pase nada, pero ando inquieto. Y en esto que estoy yo agitándome y descubro que lo último es el STEADY RUNNING. Mirad lo nuevo de Delafé y las flores azules, a ver si no os da un buen rollito increíble. Yo después de oírla me siento algo mejor...
"Espíritu Santo" Delafé y Las Flores Azules
Delafé y Las Flores Azules | Vídeos musicales MySpace
miércoles, 24 de febrero de 2010
sábado, 6 de febrero de 2010
The hills are alive!!!!
Mi película favorita es sin duda "The Sound of Music", traducida al español como "Sonrisas y lágrimas". Me parece una película redonda. Tiene un argumento sensacional: combina aspectos históricos con una historia de amor. Además añade el factor humorístico-dramático de los niños, llenos de buenos sentimientos y ganas de cantar pero reprimidos por la estricta educación del padre Von Trapp. La banda sonora, la fotografía, todo es una gozada! Me encanta. Y más de uno y más de dos me han tachado de cursi y ñoño por considerarla mi película. A mi me da igual; creo que la película soporta el paso del tiempo con una dignidad absoluta (exceptuando quizá el peinado de Julie Andrews) y que sigue atrapando a nuevas generaciones, pese a que a más de uno le de cierto pudor admitir que le encantaría vestirse con cortinas y salir a cantar por la calle.
El otro día reflexion
aba sobre la influencia que ha tenido esta película en la sociedad. No es que crea que se trata de una película revolucionaria, ni mucho menos. Pero sí creo que es un largo que ha calado y que es una referencia cultural compartida por muchos y presente en muchos ámbitos: cine, publicidad, música... Y no sólo eso, sino que además desde estilos muy distintos y sin tratarse de imitaciones o burlas. Desde el mundo alternativo y particular de Lars Von Trier con Björk en "Bailar en la oscuridad" a la Gwenn Stefani más dorada, pasando por genios como Coltraine o grupos pop como Miranda!. Cada uno a su modo ha readaptado la estética, la letra o la idea que se esconde tras las canciones de "Sonrisas y lágrimas". Y cuando esto ocurre, creo que uno puede reafirmarse en que definitivamente ésta es una gran película!!
Hace casi un año, el 23 de marzo de 2009, en una estación de tren belga los pasajeros que pasaban por allí se toparon con esta sorpresa. ¡Una forma fantástica de alegrarle el día a cualquiera! Definitivamente... the hills are alive, with the sound of music!!!
El otro día reflexion
aba sobre la influencia que ha tenido esta película en la sociedad. No es que crea que se trata de una película revolucionaria, ni mucho menos. Pero sí creo que es un largo que ha calado y que es una referencia cultural compartida por muchos y presente en muchos ámbitos: cine, publicidad, música... Y no sólo eso, sino que además desde estilos muy distintos y sin tratarse de imitaciones o burlas. Desde el mundo alternativo y particular de Lars Von Trier con Björk en "Bailar en la oscuridad" a la Gwenn Stefani más dorada, pasando por genios como Coltraine o grupos pop como Miranda!. Cada uno a su modo ha readaptado la estética, la letra o la idea que se esconde tras las canciones de "Sonrisas y lágrimas". Y cuando esto ocurre, creo que uno puede reafirmarse en que definitivamente ésta es una gran película!!Hace casi un año, el 23 de marzo de 2009, en una estación de tren belga los pasajeros que pasaban por allí se toparon con esta sorpresa. ¡Una forma fantástica de alegrarle el día a cualquiera! Definitivamente... the hills are alive, with the sound of music!!!
viernes, 5 de febrero de 2010
Libros y bibliotecarios
Esta columna de Antón Espadaler se publicó en "La Vanguardia" el pasado día 3 de febrero. Supongo que si hacéis click la podréis leer cómodamente; lo recomiendo. Y a raíz de lo que cuenta, a mi me ha dado por pensar...
La verdad es que lo que cuenta me resulta bastante inquietante. Puede (o podrá) un simple ordenador sustituir una biblioteca entera? Mi opinión es que no. Pero me temo que no se basa en cuestiones técnicas. Es decir, técnicamente sí será posible. Es bastante lógico pensar que un ordenador pueda llegar a almacenar la información de millones de libros, los indexe, los catalogue, los relacione y mil cosas más. Seguro que podrían analizar los contenidos, compararlos, corregirlos, resumirlos y luego emitir un breve informe al respecto. Pero con todas estas posibles ventajas, ¿no llegaremos a pagar un alto precio?¿alguien ha pensado en lo que sería leer entonces? Uno de los placeres de la vida (al menos de la mía) es la lectura. Pero la lectura entendida como el momento "yo y mi libro": estirarme en la cama o el sofá y zambullirme en el mar de letras, recrearme en los pasajes que más me gustan, releer, volver atrás... Siempre miro cuál es la última palabra del libro que estoy leyendo, aún a riesgo de destrozarme toda la emoción. También leo en el bus y el metro, aunque esto va más a épocas y depende mucho del libro que haya escogido. Puede que sea un tanto materialista, pero me gusta leer un libro que sea un libro, no un PDF. Me gusta tocar el papel, sentir su olor, a nuevo o a viejo según el libro, es una especie de complemento a la lectura que me gusta mucho. Poder doblar una página que te ha gustado, hacer una anotación al margen con lápiz o incluso escribir una dedicatoria delante... Todo esto, por mucho que algún informático se invente las funciones (Herramientas/Funciones absurdas/Dedicatoria), no puede ser lo mismo.
El segundo elemento que cambiará será el concepto de acumulación de libros; esto son las librerías y las bibliotecas. Las primeras serán substituidas por amazon/ebay/fnac y otros portales. Pero ¿y las segundas? Y si alguien cree que la respuesta es "se digitalizarán las bibliotecas y podrás acceder desde casa", esto es que no ha visto un bibliotecario en su vida. Yo tengo la suerte de contar con dos entre mis amigos. Aparecieron en momentos diferentes, de manera diferente y los dos se han quedado. A Isabel la conocí cuando entré como becario dos años en la biblioteca de la universidad allá por el 99. A Javi a través de mi afición a Mecano un poco más tarde. Bueno, pues ambos me han demostrado que los bibliotecarios son un género particular. Ya tiene mérito que se aclaren con el sistema decimal universal de catalogación (es decir, que alguien les diga "busco la referencia 56.32:1(12) HUR" y ellos sean capaces de descifrar cada número para explicarle que este libro habla sobre los caminos de cabras de Las Hurdes y pertenece a una colección sobre rutas medievales de España y que está en tal sitio de la biblioteca) . Pero hay algo que se les ha de admirar más y es su servicialidad. Siempre se sienten en la obligación de ayudar a encontrar lo que otro necesite. Recuerdo el día que un señor vino a la biblioteca preguntando dónde buscar un martillo de geólogo. Isabel lo tenía muy claro: ella podía y por lo tanto debía ayudarle, ya sí lo hizo. Yo me quedé asombrado pues realmente pensaba que un bibliotecario servía para gestionar libros. La respuesta de Isabel: "para ayudar a encontrar la información" Pues esto lo hacen tanto en el ámbito laboral como en el personal, aunque a veces les de la sensación de que hay quien se aprovecha de ellos por eso. Ambos me han dicho alguna vez referente a alguien a quien ayudaban lo de "ya sé que no tengo que hacerlo, que lo hago porque quiero... pero es que se pasa, es que al final parezco tonto... ". Yo creo que en el fondo creen que sí tienen que hacerlo, que si hay algo que puedan hacer, lo deben de hacer. Y también creo que a veces se les acerca gente con mucho morro... Bueno, volviendo al tema, estoy seguro que si desparecieran los bibliotecarios, la relación con la información sería mucho más difícil y menos provechosa. Todos sabemos poner tres palabras en Google, pero filtrar esta información, seleccionar el grano de la paja... esto ya es otra cosa. La digitalización de las bibliotecas es algo muy útil para la seguridad y el acceso remoto a todo el fondo, pero la substitución de estanterías por ordenadores creo que no tiene nada que ver, y además es un error. Por eso espero que las bibliotecas se vayan digitalizando para el bien de todos, pero también por el bien de todos deseo que los bibliotecarios tarden mucho en dejar de ser analógicos.
La verdad es que lo que cuenta me resulta bastante inquietante. Puede (o podrá) un simple ordenador sustituir una biblioteca entera? Mi opinión es que no. Pero me temo que no se basa en cuestiones técnicas. Es decir, técnicamente sí será posible. Es bastante lógico pensar que un ordenador pueda llegar a almacenar la información de millones de libros, los indexe, los catalogue, los relacione y mil cosas más. Seguro que podrían analizar los contenidos, compararlos, corregirlos, resumirlos y luego emitir un breve informe al respecto. Pero con todas estas posibles ventajas, ¿no llegaremos a pagar un alto precio?¿alguien ha pensado en lo que sería leer entonces? Uno de los placeres de la vida (al menos de la mía) es la lectura. Pero la lectura entendida como el momento "yo y mi libro": estirarme en la cama o el sofá y zambullirme en el mar de letras, recrearme en los pasajes que más me gustan, releer, volver atrás... Siempre miro cuál es la última palabra del libro que estoy leyendo, aún a riesgo de destrozarme toda la emoción. También leo en el bus y el metro, aunque esto va más a épocas y depende mucho del libro que haya escogido. Puede que sea un tanto materialista, pero me gusta leer un libro que sea un libro, no un PDF. Me gusta tocar el papel, sentir su olor, a nuevo o a viejo según el libro, es una especie de complemento a la lectura que me gusta mucho. Poder doblar una página que te ha gustado, hacer una anotación al margen con lápiz o incluso escribir una dedicatoria delante... Todo esto, por mucho que algún informático se invente las funciones (Herramientas/Funciones absurdas/Dedicatoria), no puede ser lo mismo.
El segundo elemento que cambiará será el concepto de acumulación de libros; esto son las librerías y las bibliotecas. Las primeras serán substituidas por amazon/ebay/fnac y otros portales. Pero ¿y las segundas? Y si alguien cree que la respuesta es "se digitalizarán las bibliotecas y podrás acceder desde casa", esto es que no ha visto un bibliotecario en su vida. Yo tengo la suerte de contar con dos entre mis amigos. Aparecieron en momentos diferentes, de manera diferente y los dos se han quedado. A Isabel la conocí cuando entré como becario dos años en la biblioteca de la universidad allá por el 99. A Javi a través de mi afición a Mecano un poco más tarde. Bueno, pues ambos me han demostrado que los bibliotecarios son un género particular. Ya tiene mérito que se aclaren con el sistema decimal universal de catalogación (es decir, que alguien les diga "busco la referencia 56.32:1(12) HUR" y ellos sean capaces de descifrar cada número para explicarle que este libro habla sobre los caminos de cabras de Las Hurdes y pertenece a una colección sobre rutas medievales de España y que está en tal sitio de la biblioteca) . Pero hay algo que se les ha de admirar más y es su servicialidad. Siempre se sienten en la obligación de ayudar a encontrar lo que otro necesite. Recuerdo el día que un señor vino a la biblioteca preguntando dónde buscar un martillo de geólogo. Isabel lo tenía muy claro: ella podía y por lo tanto debía ayudarle, ya sí lo hizo. Yo me quedé asombrado pues realmente pensaba que un bibliotecario servía para gestionar libros. La respuesta de Isabel: "para ayudar a encontrar la información" Pues esto lo hacen tanto en el ámbito laboral como en el personal, aunque a veces les de la sensación de que hay quien se aprovecha de ellos por eso. Ambos me han dicho alguna vez referente a alguien a quien ayudaban lo de "ya sé que no tengo que hacerlo, que lo hago porque quiero... pero es que se pasa, es que al final parezco tonto... ". Yo creo que en el fondo creen que sí tienen que hacerlo, que si hay algo que puedan hacer, lo deben de hacer. Y también creo que a veces se les acerca gente con mucho morro... Bueno, volviendo al tema, estoy seguro que si desparecieran los bibliotecarios, la relación con la información sería mucho más difícil y menos provechosa. Todos sabemos poner tres palabras en Google, pero filtrar esta información, seleccionar el grano de la paja... esto ya es otra cosa. La digitalización de las bibliotecas es algo muy útil para la seguridad y el acceso remoto a todo el fondo, pero la substitución de estanterías por ordenadores creo que no tiene nada que ver, y además es un error. Por eso espero que las bibliotecas se vayan digitalizando para el bien de todos, pero también por el bien de todos deseo que los bibliotecarios tarden mucho en dejar de ser analógicos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
